El primer factor que tenemos que tener en cuenta este verano es el de las horas de exposición.
Según la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), el cáncer de piel es el más común entre todos los tipos de cáncer; es por esto que se debe tener sumo cuidado con ella, protección pero sobre todo, evitar la exposición prolongada a los rayos solares (sobre todo en las horas cercanas al medio día.
Es por esto que la AEDV hace las siguientes recomendaciones para el debido cuidado de la piel, en especial en verano, cuando los rayos del sol recorren un trayecto más corto a través de la atmosfera, por lo que su intensidad es mayor.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel menos común, pero a su vez el más peligroso. Su reconocimiento es fácil en las primeras etapas de desarrollo del cancel, pero luego tienden a confundirse con lunares y marcas de nacimiento, por lo cual es ideal detectarlos temprano.
El oncólogo médico de la Unidad de Melanoma del IOB Institute of Oncology en Barcelona, Jesús Soberino, señala que “”el cáncer es una acumulación de mutaciones en la célula que hace que sea capaz de dividirse por sí misma escapando de los mecanismos de control que tiene el cuerpo para esto”.
“La radiación UV va a ir produciendo un deterioro progresivo en el ADN celular. A largo plazo, los rayos UVB son absorbidos por el ADN y causan alteraciones en el genoma. Los rayos UVA también se absorben y se transforman en radiales libres, que el alteran el material genético y saturan los sistemas defensivos de la piel” complementa la AEDV.
Es indispensable un cuidado de la piel durante todo el año, y no solo en las épocas en las que se “cree” conveniente, inclusive en los días nublados, ya que la radiación solar sigue estando allí. “La protección solar se debe hacer durante todo el año y siempre en zonas que estén expuestas porque la ropa actúa de efecto barrera”, señala Soberino.
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Es de suma importancia el cuidado en las edades tempranas, ya que si se expone prolongadamente al sol desde pequeño se corre más riesgo de generar una alteración en el ADN de la piel que conlleve al cáncer. “Si eres más joven tienes una mayor probabilidad de que estos daños se vayan acumulando”, indica Soberino.